Creo saber por qué los LGTB usamos el enigmático “¿entiendes?” para averiguar si nuestro interlocutor/a es también LGTB. Porque cuando eres lesbiana, gay, transexual y bisexual en este mundo heterosexista y machista te pasas la vida “entendiendo” a los demás. “Entendiendo” los silencios, las medias mentiras, los comentarios jocosos, las tonterías. “Entendiendo” que tu familia necesita tiempo para salir de su propio armario. “Entendiendo” a los que son mayores y piensan que eres una aberración. “Entendiendo” al político, al obispo, a los periodistas cuando te meten dos hostias, como si fueras un pingball lésbico, cada vez que te invisibilizan con la palabra gay. “Entendiendo” a amigas lesbófobas como la Palin.
¿Y quién coño me entiende a mí?
Harta, estoy harta de tener que entender siempre a los demás cuando no aceptan mi vida, mi libertad, mi igualdad, mi derecho a besarme donde quiera, a que digan a mi novia “novia” y no “amiga”, a que sigan metiéndome en un cajón en el que no tengo sitio- gay es un hombre, no una mujer. Harta de estar un día más explicando, explicando, entendiendo, perdonando y vuelta a explicar, sin enfadarte, porque encima no consigues nada.
Harta.
Harta de saber que no hay otro camino que seguir entendiendo y peleando. Porque al menos vamos avanzado. Pero cuesta tanto…
Mañana me pesará menos la sonrisa perpetua de tanto entender, hoy no da más de sí.
somos dos 🙂
Me ha gustado este post. Voy a comentar una historia que viene al caso y que me ronda la cabeza sin parar.
Acabo de cambiar de trabajo, mañana hace un mes que entré en mi nueva empresa. Mi trabajo es ciertamente masculino, me dedico a diseñar centrales térmicas de gas y aunque cada vez hay más ingenieras, curiosamente pocas llegan a puestos de gestión.
En mi caso he ido a caer a un despachito con otros cinco que acaban de llegar como yo, de los cuales hay una chica de unos 30 años y el resto son chavales que acaban de terminar la carrera.
Despues de unos años en el activismo y de que en mi anterior trabajo se enteraran de que “entendía” porque uno me vió en un periódico, yo vivía feliz siendo como soy sin ningún problema, todo el mundo lo sabía, soy abiertamente bollera en todos los ámbitos de mi vida, incluido el familiar, para mayor pesar de mi padre.
Total, que cambio de curro y…… vuelvo al armario!!!!!
Este mes que llevo no hago más que ver la manera de volver a recuperar mi vida tranquila de contar los lunes que me fui al cine con mi novia, o que quedé con un amigo y su marido y nos fuimos a cenar. Pero no hay manera. Todos los días (lo de todos es real) oigo las mismas expresiones:
– A ver, mariquita, que tenemos que terminar esta tabla.
– ¿Esto es de alguien? Maricón el último!!
– (un día hablando de una serie española) A esa serie solo le falta el maricon y el travelo….
Yo no doy crédito. Sobre todo porque son chavales muy jóvenes, y aunque seguro que lo dicen como una frase hecha, y no se dan cuenta de la carga de violencia que conllevan esas expresiones, resulta complicado hacerse entender cuando tienes todo esto en contra.
Un dia en una comida, hablando de la universidad, comenté que en la Politécnica hay un grupo lgtb. Al oir la palabra “gay” y “lesbiana”,… se hizo el silencio. Y de repente una dijo, bueno, si, claro, entre 4.000 estudiantes, algúno habrá. Entonces pensé que si ninguno de ellos tenía un amigo o conocido gay o lesbiana era claramente porque no había querido decírselo.
Resulta complicado, a pesar de llevar un buen trabajo hecho y de tener las cosas muy claras ser coherente con lo que una piensa. Resulta complicado porque lo que está en juego es mucho, o al menos es lo que nos han hecho pensar. Resulta complicado porque 7 años de experiencia pueden quedar reducidos a “la bollera” (dicho con cara de asco).
Entre todo esto me ronda tambien la idea de la visibilidad lésbica. Es fundamental que salgamos del armario (yo lo conseguiré en algún momento, que esto de estar dentro me cansa mucho), pero es fundamental que lo hagamos con seguridad. Por eso llevo tiempo dándole vueltas al tema, a cómo estamos llevando este discurso de la visibilidad, lo necesario y a la vez urgente que es para contrarrestar esa hartura que nos invade cuando nos pasamos el día “entendiendo” a los demás… En fin, es una reflexión que dejo aquí por si alguien quiere continuar dándole vueltas.